jueves, 3 de septiembre de 2015

Urbanismo y Calidad de Vida

Jorge Flores Martínez
03 09 15


La semana pasada tuve el placer de participar en un programa en AgendaTV y el tema que se abordo era Urbanismo y Calidad de Vida, a partir de ese día este lo he visualizado desde distintas perspectivas y de manera recurrente, me parece que después de todo el urbanismo tiene como finalidad última el bienestar de la población, es decir mejorar la calidad de vida.

La Calidad de Vida pareciera un concepto sencillo de abordar, pero una vez que se intenta analizar en su real dimensión se entiende que siempre será una idea que se tendrá que comprender en referencia y comparación a otro grupo de personas, a otro momento o a otro lugar. Así que tenemos un concepto que es en su subjetividad difícil de medir o por lo menos nunca con resultados absolutos, ya que si intentamos comprender la Calidad de Vida individualmente también encontramos que lo tendríamos que contrastar con nuestra posición actual en relación a nuestros objetivos y expectativas.



Algunos realizan ejercicios para establecer el nivel de Calidad de Vida donde intervienen conceptos medibles como: ingreso, seguridad, acceso a servicios, empleo, educación, salud, medio ambiente, vivienda, etc. y me parece que es así que se puede obtener en alguna forma una idea de nuestra calidad de vida con algo de objetividad, pero por desgracia es donde en comparación a otros países encontramos que nuestras ciudades están mal en casi todos los aspectos que se consideran.

Yo en lo personal prefiero comprender que la ciudad la construimos todos y es una estricta e insobornable testigo de la sociedad. Las ciudades se entienden modernas o históricas, limpias, industriosas, burocratizadas o abandonadas y sucias. Me parece que en México nuestras ciudades muestran una sociedad más caótica, sucia, informal y desigual de lo que nosotros como sociedad. Se puede intentar justificar que es una cuestión de ingresos y educación, pero me parece que más bien pasa por nuestro muy particular concepto de igualdad, intensificamos en todo momento la mejor infraestructura y servicios en áreas de la ciudad en relación a su mayor nivel de ingreso y se mantiene en el abandono con infraestructura y servicios de peor calidad a zonas de menores ingresos y mayor marginación.



Estoy convencido que la planeación urbana debiera ser un ejercicio de mayor participación ciudadana, imaginarnos como sociedad la ciudad que deseamos en veinte o cincuenta años y en un esfuerzo colectivo construirla día a día. No permitir que autoridades “visionarias” inventen la ciudad cada inicio de administración. La Planeación de nuestras ciudades debiera ser un proyecto colectivo en el que la autoridad sea solo el que vigile que nuestra propuesta se mantenga en rumbo y en cada cierto periodo de tiempo se revisen objetivos y resultados y de ser necesario se corrijan tendencias o se promuevan políticas no consideradas originalmente.

Siempre me ha parecido lo más absurdo que los proyectos de intervención urbana se elaboren en el mayor de los secretos posible. Por el contrario, estos deben ser públicos y ya consensuados con los vecinos y con la ciudad. Las obras y proyectos de la ciudad deben ser en relación y en idea de este plan urbano, no es correcto que cada autoridad determine que ahora es estratégico la pavimentación de ciertas calles o la construcción de infraestructura o equipamiento en ciertas áreas y que estas no obedezcan a nuestra idea de la ciudad que deseamos.


Es triste, pero sucede con frecuencia que lo realmente importante lo dejamos en las peores manos, por ejemplo en las ciudades nuestros bosques están en manos de lideres de colonos corruptos sin la menor conciencia ecológica; el transporte en manos de lideres ambiciosos y mezquinos y la planeación urbana la dejamos en manos de nuestros gobernantes.

Como conclusión creo que nuestras ciudades de mantener la tendencia al día de hoy no tienen gran viabilidad en el mediano y largo plazo. Parece que nos negamos a comprender que muchos de los indicadores mencionados pasan forzosamente por nuestra idea de ciudad que queremos construir. Así que una ciudad más desigual será por definición más insegura y menos educada, su medio ambiente estará más vulnerado y su ingreso permanecerá bajo. 

Debemos contemplar una ciudad más incluyente, donde la seguridad no sea una mercancía mas en venta, donde la educación y la salud sean derechos incuestionables y por resultado observaremos mejores niveles de empleo e ingreso, es decir una mejor calidad de vida.


Jorge Flores Martínez
Jorgeflores1mx@me.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario