martes, 16 de septiembre de 2014

#Veracruz En el PRI un chivo en cristalería: Flavio Morales

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Este domingo está anunciada una marcha de empresarios en la capital del estado que van a protestar por el millonario adeudo que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) tiene con centenares de empresas veracruzanas, las que en algún momento han fungido como proveedoras del gobierno del estado.

La convocatoria fue hecha principalmente por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), aunque no se descarta la participación de agremiados de otros organismos empresariales, quienes han dicho en repetidas ocasiones que la insolvencia estatal los ha quebrado.

Y es que definitivamente el abuso ha provenido desde todas las élites del poder y ha convertido desafortunadamente, en una práctica cotidiana retrasar el pago a las empresas que brindan sus servicios al sector público o de plano no saldan la deuda, unas auténticas “fideliñas” como se conoce localmente al ejercicio de tomarle el pelo a alguien, de venderle humo.

Como ejemplo presento esta historia, que confió al reportero la cabeza de una constructora local que en este momento, está al borde de cerrar dejando sin empleo a decenas de personas, además de comprometer el capital de toda una familia de inversionistas que construyeron con trabajos una empresa de tradición en la ciudad.

Durante varios años, la actual dirigente estatal del PRI Elízabeth Morales García en su faceta de farandulera de la televisión, tocó las puertas de estos empresarios para solicitarles “apoyo” para sus campañas de asistencialismo en las colonias de Xalapa.

Como le sucedió a muchos, fueron sorprendidos y de buena fe colaboraron con el programa “Usted no está Sólo” algunas veces en especie y otras con donaciones. Es sabido que esa práctica de hacer caravana con sobrero ajeno, fue lo que le permitió a Morales García hacerse de un capital político principalmente en las colonias marginadas de la ciudad.

Un negocio redondo: usar como plataforma la televisión pública de Veracruz sin pagar un sólo centavo y dedicarse a la caridad con recursos aportados por otros, un paraíso para cualquier estafador como es el caso.

Llegado el momento una vez ungida como candidata a la presidencia municipal de Xalapa, Elízabeth Morales se acercó personalmente con estos constructores y les dijo que “ahora sí” necesitaba de su apoyo para financiar su campaña proselitista, por lo que sin rubor alguno les pidió 90 mil pesos con la promesa, que una vez asumiera la presidencia les haría partícipe de obra pública en reciprocidad a su generosa contribución.

Son varios los empresarios xalapeños de distintos rubros y aún foráneos, a quienes la dirigente partidista les pasó la charola hasta juntar un cochinito de varios, varios millones de pesos para enfrentar la contienda electoral.

Muchos fueron también, los empresarios que como los protagonistas de esta historia, jamás tuvieron la posibilidad de cruzar palabra con Morales García una vez que consiguió el triunfo, y por supuesto no fueron considerados para la realización de obra pública o para dotar insumos al Ayuntamiento.

Esta es la punta de la historia que ya investiga un grupo de reporteros de un portal digital que en breve, podrá presentar la historia de este cementerio empresarial que la flamante presidenta del PRI de Veracruz sembró a su paso por el municipio capitalino.

Como se ve, no es difícil entender porque el empresariado de Veracruz y especialmente el xalapeño, está más que indignado con su clase gobernante, pues desde varios frentes han sido ordeñados sin retribución alguna. El horno no está para bollos.

Comentarios a letracapital@yahoo.com.mx o en Twitter @moralesflavio

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